Una campeona mundial infantil que sigue transformando su vida
Por Fredy Alexander Pulgarín Serna
No ha sido fácil todo lo que Nicole Foronda Castro ha logrado deportivamente a su corta edad, sin duda, todo gracias al esfuerzo personal y al apoyo de muchas personas que han estado a su lado desde que se montó por primera vez en una bicicleta.
A sus 14 años, Nicole domina con tanta facilidad los saltos en su bicicleta, que ya ha sido dos veces campeona del mundo. Esto era tal vez algo impensado para su familia cuando ella tenía cinco años y la acompañaban a la pista de bicicrós del municipio de Envigado. Lo que siguió de ahí fueron acompañamientos a grandes escenarios en Estados Unidos y Europa.
El primer recuerdo que tiene Nicole de una bicicleta, dice con algarabía, es una alambreta que su abuela Gerardina le regaló para que sacara toda la energía que a sus cinco años ya demostraba, y que le iba marcando el camino hacia la élite mundial de este deporte que es olímpico desde Londres 2012 y que le ha entregado a Colombia dos medallas doradas con Mariana Pajón.
“A los cinco años acompañaba a mi hermano a entrenar fútbol y cuando pasábamos por la pista de bicicrós de Envigado veía el partidor, las montañas de la pista y los niños. Fue así como me enamoré del bicicrós”, recuerda la deportista de esos primeros años en los que sus ganas de hacer deporte se enfocaron en las bicicletas y la adrenalina. Era solo diversión.
Elibet Castro, su mamá y su permanente compañía, recuerda que “desde muy pequeña le gustaba andar en el triciclo y su hermano la montaba en sus bicicletas”, y continua: “en un diciembre, el Niño Dios le trajo su anhelada bici y desde ahí empezó a montar solita. En el barrio la llamaban la niña de la bicicleta”. Y cuando menos lo pensaron, con la ayuda de su papá, ya estaba inscrita en los semilleros deportivos de la Comisión Antioqueña de BMX. Ahí empezó su historia a través del deporte, que hoy sigue transformando toda su esencia familiar.
Foto Cortesía: Duver Pérez
Su entrenador, Cesar ’El Che’ Acevedo, quien además fue un bicicrosista destacado en Antioquia cuando esta disciplina se abría sus pasos en el país por allá en los años 90, confesó que “el proceso con Nicole arrancó por solicitud del Club Nuevo Milenio, al que pertenecía ella. Me dijeron que veían un gran potencial y que necesitaba que la ayudara. Inmediatamente noté en Nicole una gran conexión con la bicicleta, esa era su forma de exigirse, tenía mucha fuerza y era muy rápida. Mi objetivo inicial fue incrementar ese potencial técnico y creo que se ha logrado”. A sus 14 años recién cumplidos, Nicole Foronda Castro ha ganado dos títulos mundiales, en 2015 y 2019, y un sinnúmero de importantes competencias en las pistas más exigentes de los Estados Unidos.
En ese proceso formativo, el programa Talentos Inder Medellín también ha jugado un papel importante, pues a través de él, Nicole se formó, creció y fortaleció su condición. “La niña era inquieta, brincaba, buscaba, todo eso hace parte de su niñez activa, es algo que es innato y que hace parte de su etapa de crecimiento”, dice ’El Che’. Este programa está dirigido a deportistas nacidos Medellín o que hayan vivido los últimos cinco años en la ciudad, quienes tienen un acompañamiento articulado entre la dimensión técnica, metodológica, biomédica y psicosocial que permita el correcto desarrollo de su proceso deportivo.
Sin duda, el bicicrós ha transformado la vida de Nicole y la de toda su familia, al punto de ser considerada actualmente como una de las bicicrosistas con más proyección en Colombia. “Recuerdo mucho a mi abuela que ya falleció, ella fue quien me motivó inicialmente a montar en bicicleta, y mis papás y mi hermano Luis Guillermo siempre me han acompañado, son fundamentales en todo esto”, dice con una sonrisa infantil y reconoce con gratitud el esfuerzo especial de su papá: “trabaja muy duro para conseguir dinero para las carreras en Colombia y afuera. Mientas yo entreno, mi papá sigue trabajando”.
Uno de los aspectos más difíciles en la formación deportiva es el económico, mantener equipos, entrenamientos, desplazamientos, entre otros gastos, y por supuesto para la familia Foronda Castro no ha sido la excepción. “Muchas veces pensamos en tirar la toalla, pues los gastos son muy altos por las competencias, pero en un momento de su camino llegó el equipo W Elite que decidió apoyarnos y eso fue fundamental para que Nicole siguiera con su proceso deportivo”, dice Elibet.
“’El Che’ ha sido muy importante para mí, me gusta cómo me enseña, me da consejos antes y durante las carreras, me gusta mucho montar con él, aprender de sus saltos”, dice Nicole, que tal vez por su corta edad, manifiesta sus ideas contundentemente: “yo sé que he logrado muchas cosas en mi carrera deportiva, pero quiero lograr un sueño más grande y ese siempre lo estoy pensando”. Y sí, su gran meta de vida hoy es ser campeona olímpica.
A propósito de ese referente que tal vez pueda representar Mariana Pajón para los bicicrosistas colombianos, ’El Che’, quien además es licenciado en Educación Física de la Universidad de Antioquia, manifiesta que “cada deportista se pone sus metas, la cuales seguramente se pueden lograr si se trabaja para ello. En 2008, cuando Mariana empezó a ser referente mundial, el bicicrós era otra cosa, de 2000 a 2010 pocos ponían atención en el desarrollo deportivo de las mujeres. Pero hoy, con todo lo que representa la doble campeona olímpica, Nicole y los demás bicicrosistas del país la tienen muy difícil, cada vez el nivel se eleva”.
Hoy, su familia, sus entrenadores y formadores siguen fortaleciendo y acompañando un proyecto deportivo que cada vez es más claro, y mientras tanto, Nicole se sigue divirtiendo como una niña, construyendo su proyecto de vida a partir de las bicicletas y las montañas de las pistas de bicicrós, una felicidad que vive a partir de un deseo natural de saltar y gritar para ella sola y que la convierte en un referente deportivo con proyección mundial. “Es muy probable que Nicole haya encontrado motivaciones cuando vio competir a Mariana Pajón”, dice ’El Che’, pero ella se piensa y se vive como Nicole, la gran campeona mundial que ya es.
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