El Poderoso en vacaciones: el mal arranque del 2019
Leo Castro marcó el tanto del empate entre paisas y vallunos. Foto Wilson Valencia.
Por Fredy Pulgarín
Ni el aguacero que cayó en el sur del Valle de Aburrá unas horas antes del juego entre Independiente Medellín y Deportivo Cali, impidió que la fanaticada roja, a pesar del último puesto que ocupa en la tabla de posiciones de la Liga Águila, asistiera de manera masiva al coloso de la 74 para la sexta fecha. En total, 22.052 creyentes presenciaron el empate a un gol.
Y es que este enfrentamiento genera un interés particular en la afición, rojos y verdes protagonizan desde hace algunos años un clásico futbolístico en el país, que se ha hecho mucho más visible por los desórdenes de los hinchas en ambas ciudades (esta vez también hubo corridas de hinchas y gritos en la tribuna oriental durante el primer tiempo).
El ambiente era distinto al de las últimas presentaciones en el Atanasio, el apoyo que recibió el técnico Zambrano de sus jugadores en la semana, auguraba una mejor presentación y por supuesto los tres primeros puntos para el local. Y así quedó demostrado en el primer tiempo, un equipo mucho más organizado desde el fondo con un Jesús Murillo dando orden en la zaga y en la mitad de la cancha la presencia de Diego Arias con mucho más nivel que otros que ostentaron la titularidad en los primeros juegos. Varias opciones de gol para Castro y Cano, pero Camilo Vargas las supo contener.
Para el segundo tiempo, nuevamente los errores, esta vez de David González en la salida y un Deiver Caicedo que aprovechó la desconcentración en el minuto 53 para irse al frente. Desesperación en la tribuna, pero también en la cancha y en el cuerpo técnico. No hay duda, los resultados sostienen a los entrenadores, pero además de eso, a un cuerpo técnico sin claridad, sin idea de juego y con problemas de camerino se le hace más difícil.
Luego de mucho insistir, Leo Castro, quien mostró mayor oficio durante los 90 minutos, logró un empate agónico en el minuto 87, rescatando un empate más que justo para el Poderoso que acumula así tres puntos en el torneo y continúa en el fondo de la tabla. Fue justo porque el Cali no propuso, pero sí fue efectivo, solo tuvo tres llegadas a gol, todas en el segundo tiempo.
Aún estamos en febrero y pareciera que al Medellín ya no le alcanzará para ingresar a los ocho mejores de Colombia. Va un mes de competencia y de 18 puntos en la Liga solo alcanzó tres, quedó eliminado en la primera fase de Copa Libertadores y tiene un técnico que sigue creyendo que los problemas futbolísticos se van a solucionar con Valencia, Arboleda o Castrillón. Como tanto se dijo esta semana, no se trata de respaldar en las ruedas de prensa, hay que demostrarlo en el terreno de juego. Qué largo semestre nos espera y creo que Zambrano hace rato debió hacerse a un lado.
En el tintero: No es posible que un medio de comunicación resalté la actuación de un jugador en un partido, cuando éste solo se dedicó a hacerse el lesionado para quemar tiempo como lo hizo Camilo Vargas. Hay que destacar los deportistas por su integridad y ésta no es solo deportiva.
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