Ruiz Casas galopó bien el Atanasio Girardot
Por: Roosevelt Castro
Agencia Informativa Acord Antioquia
Con dos grandes retos arbitrales, uno en lo técnico y otro en lo disciplinario, culminó su trabajo arbitral el llanero Diego Alejandro Ruiz Casas, en su partido número 26 en la Primera A, del Fútbol Profesional Colombiano.
El abogado de profesión, egresado de la Universidad Cooperativa de Colombia de Villavicencio, interpretó bien las 17 normas del reglamento e impartió justicia ante cerca de 23.500 aficionados, que vieron el empate a cero goles entre los equipos Atlético Nacional vs Águilas Doradas de Rionegro, por la segunda fecha de la Liga BetPlay Dimayor I-2023.
Secundado por Roberto Padilla, del Atlántico, y de Jonathan Ballesteros, de Santander, quienes fungieron como asistentes arbitrales #1 y #2 respectivamente, el juez de Villavicencio, nacido el 27 de enero de 1991, cabalgó bien en el Estadio Atanasio Girardot, de Medellín, Colombia, en su cuarta presencia en el máximo escenario del fútbol antioqueño y la primera para servir de central al Cuadro Verde.
Dando cumplimiento a la regla 6, el equipo arbitral lo completó Miguel Roldán, como cuarto árbitro, y el VAR comandado por Héider Castro, de Bogotá; asistido por John Fredy Gómez, de Antioquia y por Alberto Sandón, de la Federación, quien fungió como observador de la tecnología arbitral.
Primer reto, en lo técnico
Transcurría el minuto 13, cuando el nobel jugador verdolaga Óscar Perea incursionó al área de 16.50, por el sector suroriental del Atanasio. El recio defensor de Águilas Doradas Jeisson Quiñones fue al quite del balón. Perea cayó por una aparente falta para tiro libre directo. El público airado reclamó el tiro penal. El juez central recorría bien su diagonal. Su asistente #1 Roberto Padilla, del Atlántico, no corrió al vértice de la de banda con la de meta en el sector suroccidental, como señal inequívoca de que no había sido dentro del área y que no había existido la falta para sancionar. Igualmente, y en revisión silenciosa del VAR de Héider Castro, de Bogotá y asistido por John Fredy Gómez, de Antioquia, le dijeron por el interno a Ruiz Casas que tampoco había existido. Así salió airoso el extrabajador de la Gobernación del Meta en el área jurídica, en el primer y único gran reto técnico del partido número 44 entre Verdes y Dorados.
Es que comenzando el partido, y para ponerle cortapisas a la agresividad y brusquedad de los jugadores dentro del terreno de juego, el hermano de Oscar Julián sancionó bien y con celeridad las faltas para tiro libre directo (Regla 12).
De igual forma, hizo buen uso de sus implementos como el spray, para medir las distancias reglamentarias de 9.15 metros.
Así mismo, sus desplazamientos fueron seguros y rápidos, y con prontitud llegó al sitio donde ocurrían las faltas, para evitar cualquier conato violento.
De igual forma, adicionó 3 y 4 minutos, tanto para el primero como para el segundo tiempo reglamentario, dando cumplimiento a la regla 7.
Retos disciplinarios
Si bien sacó un buen puntaje en lo técnico, le faltó más drasticidad para sacar las cartulinas amarilla y roja, pues dos sustituciones de Águilas Doradas, de las 5 reglamentarias (Regla 3), fueron realizadas por su D.T. Lucas González producto del juego brusco de muchos de los jugadores de Nacional. Los dos integrantes del equipo visitante abandonaron el terreno de juego por lesiones; uno de ellos, Diego Sánchez, antes de terminar el primer tiempo.
El portero José Contreras (38’) y los defensores Mateo Puerta (54’), Jeisson Quiñones (76’) fueron amonestados por el árbitro llanero. El primero por protestar las decisiones arbitrales y los defensores dorados por persistir en infringir las reglas, especialmente en las faltas para tiro libre directo.
Quiñones, quien fungía como capitán de Águilas, se salvó de la expulsión por falta descalificadora a un jugador verdolaga, en el sector centroccidental del estadio Atanasio Girardot. Los dirigidos por Paulo Cesar Autori reclamaron con vehemencia y por poco se van a las manos. Inicialmente, el juez central confundió al agresor y le sacó amarilla a Jaen Carlos Pineda, pero, y ante la oportuna intervención silenciosa del VAR, corrigió y amonestó a Quiñones por su falta temeraria. El VAR también le hizo saber a Ruiz Casas que no había sido juego brusco grave, pues en ningún momento el recio defensor dorado fue con “los taches arriba”, causal de roja directa.
Este último fue otro gran reto arbitral, pero en lo disciplinario, que sorteó bien el esposo amoroso de Paola Mallorca.
Así, el juez llanero cabalgó bien el Atanasio Girardot, sacando avante un partido muchas veces áspero y bronco.
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