QATAR 2022 – Día 3 LOS PARTIDOS DE LA VIDA
Por: Julián Ochoa
Agencia Informativa Acord Antioquia
Si algo da lidia es enfrentar un equipo cuando le expulsan un jugador: todos tienen el deber moral de reforzarse y cuesta un rato entender dónde está “el hueco”.
A veces, se entiende cómo romper el esquema y se establece una táctica que puede garantizar minar ataques y derrumbar defensas.
Las otras veces, se aprovecha ese 9 por ciento de fuerza adicional y se busca desgastar al equipo en desventaja, haciéndole la borrachera del pisco.
No pocas veces también he visto equipos incompletos crecidos, enredadores y desmoralizantes, dejando al equipo con más jugadores en total confusión e impotencia.
Creo que algunos equipos entran a jugar con 11 contra 12. El equipo contrario tiene una fuerza adicional que se llama favoritismo y, con ella, alguna tranquilidad.
El ejemplo supremo es el Uruguay en Brasil 1950. Ante el invicto local que ya celebraba, la “garra charrúa” sacó un par de impensables goles y una Copa Mundo.
Colombia vivió esa fuerza extra en 1962 contra la Unión Soviética. Un empate 4-4 bien corajudo fue la hazaña ante ese cuartofinalista entre 16 clasificados a Chile.
3 eternas décadas después, los colombianos volvieron a un Mundial con un reto: no dejarse ganar de Alemania y así le sacaron el único punto que cedió el campeón.
La tricolor no se preparó para más nada. Los otros equipos eran “papita pa`l loro”. A Emiratos Árabes 2-0 y… bueno, Yugoslavia nos dio en la yugular: 0-1.
Lo demás era no saber cuál otra canción cantar, como banda musical de un solo disco. Camerún sacó a Colombia, que solo iba a no ser goleada por Alemania.
En las siguientes eliminatorias, Colombia mandó a Argentina a un repechaje tras el 5-0 en El Monumental al no vencido en eliminatorias, nunca goleado y con 6 años de invicto.
Una motivación fue que 7 años antes, la convicción de los “puros criollos” sacó goles de J.J. Galeano y “Barrabás” Gómez para el primer triunfo sobre Argentina.
El 6 de septiembre, al día siguiente del paroxismo por el 5-0, y bajo mi dirección, Luciano González decía en tv que ese era el punto máximo e irrepetible de nuestros criollos.
Fueron meses de recibir palo por descreídos, cuando hasta Pelé daba a Colombia como favorito en el Mundial de USA 94.
A Colombia lo sacaron equipos que, sencillamente, se prepararon para darle a ese Aquiles en el Talón jamás volvería a darse un 5 de septiembre. Había mostrado todo.
Argentina jugó hoy su partido, ganado en lógica predictiva y perdido 1-2 con el once saudí que jugó como cuando el equipo de uno es de 11 y juega contra 12.}
Arabia Saudí volverá a su traje de Arabia Saudí y Argentina seguirá como lo dijo Maradona en septiembre de 1993 mostrando el envés de las manos, una más arriba que otra: “No se puede cambiar la historia, no se debe cambiar la historia: Argentina arriba, Colombia abajo”.
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