QATAR 2022 – DÍA 22 Tierra de gigantes
Por: Julián Ochoa
Agencia Informativa Acord Antioquia
En el levantamiento de pesas, en más de 20 deportes de combate, en las modalidades paradeportivas, en el billar y hasta en el golf se parte de establecer categorías o hacer valer los “hándicaps” o desventajas para que haya una competencia equitativa.
Frente a ese principio de justicia hacia quienes miden o pesan menos, tienen limitaciones físicas o cognitivas, o tienen un nivel inferior de juego, hay otras disciplinas que se atienen a la ley de la selección natural para buscar los más aptos en unas especificaciones fijas.
Así son el baloncesto y el voleibol, por ejemplo. De malas los muy de malas si son chiquitos, pero no suelen caber en la alta competencia sino para labores “menores”. Eso allá es tierra de gigantes. Las mujeres campeonas de baloncesto de E.U en Tokio 2020 tenían un promedio de 186.4 cm. y las de voleibol, 187.5 cm. ¡Para qué hablar de los hombres!
Lindo fuera ver torneos de baloncesto masculino sub-1.80 y sub-1.70 metros y de mujeres de menos de 1.70 y sub-1.60. Se vería velocidad, agilidad, más recorrido y, tal vez, jugadas más vistosas si el aro se baja a una altura que permita otro lucimiento.
Precioso fuera ver equidad en voleibol con torneos según decímetros de estatura y con la malla a una altura proporcional que permita ir al ataque y defensa en condiciones menos desiguales.
¿Y el fútbol? Ese entró en la onda de sacudir liliputenses y escoger solo “gullíveres”. Para los tiempos de hoy, no hubieran sido escogidos jugadores que tempranamente no pintaban mucha estatura.
Por mucha ascendencia europea que tengan, Argentina es de los 5 más chiquitos de Qatar 2022 con un promedio de estatura de metro con 80. Nada mal para este continente. El fútbol profesional colombiano está en 1.76 según un dato poco confiable.
Neymar, con 1.75 se ve -veía- chiquito entre los mastodontes de Brasil que promedian metro con 88 centímetros, una rayita más que Serbia. Casi todos juegan en las 5 grandes ligas de Europa, todas con promedios por encima de 1.80 metros.
Con los criterios actuales, en Colombia, no hubieran llegado Willington Ortiz, Alejandro Brand o el “Chonto” Herrera, todos bajo 1.70, como les tocó a Garrincha, D10s Armando Maradona y a Messi.
Así como en Europa, aquí solo quieren grandototes que son buscados en zonas de biotipo alto como Urabá y el Pacífico. Ya no van “scouters” a los pueblos de montaña a ver quién juega bien. ¿Para qué en este mundo de caballos grandes?
Con criterios de hoy, jamás hubieran sido mariscales de área Iván Ramiro Córdoba con 1.73 y Nolberto Molina con 1.75 cuando uno ve centrales ingleses de 2 metros. (¡Ssshhh! No mencionen al delantero De Ávila).
Si nuestro histórico David Ospina fue el arquero más bajito de la Liga Inglesa cuando estuvo, y tiene 1.82, para el fútbol de hoy no existirían Pedro Antonio Zape con su metro 78 y, menos, René Higuita con 176 centímetros bajo el pelo.
Es que ese arco tan grande, 7.32 metros de ancho por 2.44 de alto, muestra lo visto en Qatar: rozar los 2 metros de estatura garantiza más éxito. Miren no más a los que les ha ido bien: Noppert, de Países Bajos, el belga Courtois y el Serbio Milinkoviç pasan de 2 metros.
Y a los que les ha ido mejor, los finalistas, dominan ese arco tan grande con metro más 95 el “Dibu” Martínez -casi digo “El Gran…”- lo mismo que el marroquí Bono, que se miran ojo con ojo con el francés Lloris y el croata Livakoviç.
En este fútbol, los chiquitos sobran. Pero, ¿por qué no buscar equidad y pensar en la necesidad de mundiales Sub-1.80… Sub-1.70? Lo mismo para las mujeres porque, estoy seguro, las colombianas estarían en el top mundial en su estatura. Y no pido que bajen el arco o lo achiquen. Así está bueno.
En el deporte, darle a cada quien lo que corresponde también se llama justicia. Lo demás es muy parecido a la eugenesia y a los criaderos de superhombres tan nazis, tan indeseables.
Recomendado
El Autor
Sin comentarios