QATAR 2022 – Día 17 ¡Ay no pues, tan marroquíes!
Por: Julián Ochoa
Agencia Informativa Acord Antioquia
Si tuviera que escribir de lo que pasó ayer en el Mundial, ni me aletearía por el 6-1 de Portugal a Suiza, rarito en esta fase, pero nunca tanto como el 7 a 1 en semifinal que hace 8 años le pegó Alemania a Brasil en su casa, en su cara.
No me mosquearía por contar que el técnico Fernando Santos le dejó la boquita callada a Cristiano Ronaldo al dejarlo en la banca por pataletoso cuando lo cambió el viernes.
Ni siquiera me pondría a resaltar a Pepe, quien con 39 años y 283 días es el tipo más viejo en anotar gol en un Mundial y, no consuela, pero ayuda a desvancer a Roger Milla de la mente de Higuita y Perea.
Tampoco comentaría la falta de aire de los noveles suizos que recuerdan esas selecciones que tienen como meta pasar la fase de grupos y después se asustan con el cuero del tigre muerto.
Ni fuera motivo del escrito la indecorosa eliminación del alharacoso España que, salvo encontrar fuera de base a Costa Rica, empató ante el eliminado Alemania y no pudo con Marruecos ni en 120 minutos y ni si aún estuvieran jugando.
Menos escribiría sobre tontas e inútiles estadísticas que ya hacía ver Diego Londoño porque en ese partido el balón solo estuvo una cuarta parte del tiempo en pies y cabezas marroquíes y terminan clasificados a cuartos de final.
No dejaría nota de que España no es ganador de partidos. En Rusia 2018 lo sacó el local en octavos. En la Euro 2020 pasó octavos en prórroga ante Croacia y en cuartos ganó a penales a Suiza, pero así lo sacó Italia en semifinal.
Y ni crean que elogiaría a Marruecos. Ni más faltara. Un equipo con 4 goles a favor y 1 en contra después de 4 juegos es escudo y no es espada.
Pero sí hablaría de Marruecos por ser implacable espada contra un pueblo al que bellacamente hacen sufrir, siendo tan dueños de su Sahara Occidental como los palestinos frente a Israel.
Diría que los muy hipócritas marroquíes no debieron exhibir la bandera palestina porque no pueden reclamar lo que ellos niegan a otros hasta procurar el exterminio. Israelís y marroquíes son calcados frente a palestinos y saharauis.
Explicaría que los españoles, que no dejaron sus costumbres coloniales con la libertad de América, soltaron el territorio africano de los saharauis apenas en 1973 tras 90 años de ocuparlo y que convirtieron dizque en su provincia no más ahorita, 4 años antes de que yo naciera.
Y me despacharía contando que no esperaron los marroquíes el retiro de España para blandir sables y pólvora contra los saharauis y adueñarse de ese Sahara que queda más cerca a Colombia y de donde vienen en julio y julio las arenas que enrojecen nuestros cielos y pulmones.
Seguiría contando que, quemándolos con napalm y fósforo blanco, comenzaron el etnocidio y pusieron en desbandada o confinamiento a ese pueblo que habla árabe y español y que en su diáspora, Argelia les da pasaporte y, de cualquier manera, les acoge.
Relataría que en los confines del desierto argelino queda la región Tinduf donde viven menos de 50 mil de esa nación que tienen de vecinos a los 276.500 saharauis en los 5 campamentos de carpas y arena sin agua que dentro de poco cumplirán 50 años… medio siglo en vida provisional.
Invitaría a que leyeran las condiciones casi de cadena perpetua como mantienen a los manifestantes. Las constantes violaciones a los mínimos de decencia y la frecuencia de retaliaciones contra quien se proclame partidario de la República Árabe Saharaui Democrática, esa que proscriben en Rabat.
Revelaría que Colombia es uno de los 82 que reconoció a esa nación, pero que hace 22 años, en una inhumana bellacada, congelamos relaciones con la nación saharaui; pero que a 3 días de subir, el actual gobierno las restableció.
Y a quienes creen que la sacada de Marruecos a España es como lo de Argentina-Maradona a Inglaterra, colonias venciendo imperios, les mandaría a indagar por los “presos de larga duración” y “presos de conciencia” incluidos 6 defensores de derechos humanos y un periodista por quienes hoy se pide libertad.
Si tuviera que escribir algo sobre lo de hoy en Qatar 2022, no lo haría y mejor les recomendaría oír y ver videos de los desgarrantes y reivindicantes “haul”, dulces alaridos musicales, que cantó la muy sufrida Mariem Hassan, muerta hace 7 años.
Y remataría invitándoles a oír a la profunda Aziza Brahim, otra voz alzada capaz de expresar “desesperación y esperanza a la vez” como describe el País de España a este cante saharaui que parte el alma y que junta los sentires de un pueblo que matan los que hoy dicen que no maten a los palestinos. En fin, la hipocresía es Mundial.
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