Periodismo deportivo a color
Por: Santiago Rendón
Hablar de objetividad en periodismo es remitirse a una vieja discusión respecto a los límites que debe demarcarse al momento de brindar una información públicamente. Por eso es noticia cuando un periodista llora en medio de una transmisión referente a una tragedia y es polémica cuando deja ver su lineamiento político a través de comentarios.
En el caso del periodismo deportivo la historia es similar; un periodista pierde el respeto cuando niega lo evidente solamente por defender al equipo que lleva en su corazón o se enceguece por la rabia de ver triunfar al club que ha odiado desde que tiene uso de razón.
El problema, quizás, es que la discusión ha girado en torno a si el periodista puede o no ser hincha de un equipo de fútbol, o si puede o no hacer público dicho sentimiento. Por el contrario, este debate debería abrirse con referencia al profesionalismo y la ética periodística.
No se trata de no llevar un equipo en el corazón, porque es inevitable hablar de fútbol todos los días del año y no desviar la atención hacia determinados colores o tener un favorito al inicio del compromiso. No se trata de ocultar permanentemente el amor hacia una institución, porque esa emoción puede explotar en los momentos más oportunos y suele hacerse evidente. Tampoco se trata de avergonzarse ante la debilidad de las emociones, porque por eso el periodista de orden público tiene sus momentos de miedo, el de política siente ira y el corresponsal se quiebra en el lugar de la calamidad.
El periodista deportivo vibra, siente, sufre, llora –y hasta ora-, se amarga y festeja. Y esto se trata de fútbol y algo más, por lo cual la prensa nunca ha ocultado la eterna admiración hacia Roger Federer en tenis, se emocionó al límite con el heptacampeonato de Schumacher y se desvive en adjetivos para describir las genialidades de Messi.
El periodismo deportivo tiene color, folclor y sentimiento. No se puede lidiar contra las emociones, pero sí hay un deber de respetar la profesión más allá del sentimiento.
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