Paola Salazar, un camino lleno de matices en el fútbol colombiano
Por Santiago Rendón Londoño y Daniela Paniagua Jiménez
Agencia Informativa Acord Antioquia
Desde sus inicios, el fútbol fue considerado como un deporte esencialmente de hombres, tanto adentro como afuera de las canchas. Sin embargo, con el pasar de los años, las mujeres se abrieron un espacio en el campo de juego, pero también en el mundo directivo.
En conmemoración al mes de la mujer y sus luchas permanentes, resaltamos el trabajo de Paola Salazar Olano, presidenta de Talento Dorado S.A. – Águilas Doradas, elenco de la Primera División del Fútbol Profesional Colombiano.
El rol de la mujer en el fútbol
Paola se ha mantenido en el Club desde su fundación en 2008 y desde el año 2015 es la única mujer que preside un equipo de fútbol profesional en Colombia. En estos casi 13 años, se ha enfrentado a diversos retos, empezando por el de romper estereotipos: “Al principio fue muy difícil porque las mujeres estaban visibles para comandar un equipo, estaban desplazadas a un papel administrativo”, afirma la dirigente.
Salazar siempre ha sido una apasionada por el fútbol, pues su familia siempre ha estado relacionada con esta disciplina. Entre su discurso y sus palabras, resalta que en el Fútbol Profesional Colombiano hay varias mujeres trabajando al interior de los equipos y eso es muy satisfactorio porque se encargan de los temas legales, organización, mantenimiento y sostenimiento de los clubes, y aunque no sean la cabeza visible, son quienes trabajan por sacar adelante uno de los deportes con más aficionados en la región y en el país.
Ante la pregunta de si le hacen falta mujeres al fútbol profesional en la parte gerencial afirma convencida que sí: “yo estoy convencida que sí porque las mujeres le damos un toque diferente a las instituciones de este tipo”, y es que Paola desde que inició su camino en Águilas Doradas, luchó porque fuera reconocida como una empresa organizada y que sus jugadores en cualquier momento y espacio, se sintieran respaldados en un equipo donde se cumplen sus condiciones. Hasta el momento, lo ha conseguido, además de mantener el elenco dorado en la Primera A.
Un apoyo real: la verdadera necesidad del fútbol femenino
En el plano internacional, podría verse el fútbol femenino colombiano como una disciplina exitosa. Atlético Huila ya fue campeón de Copa Libertadores 2018 y América de Cali logró el subcampeonato en Argentina en 2021.
Sin embargo, la realidad dista mucho de lo que se ve en la competencia continental. El rentado local para las mujeres normalmente no dura más de dos meses y en 2021 aún no ha dado sus primeros pasos. Algunos equipos han optado por no darle oportunidad al balompié femenino y otros, como Águilas Doradas, saben que se deben asegurar todas las garantías antes de dar este paso:
“Yo no puedo decir que voy a contratar 25 jugadoras, pero les voy a desmejorar las condiciones. Lo mismo pasa con el campeonato, prefiero no hacer un torneo que hacer uno de un mes, porque sé lo que significa la contratación, la pretemporada y los demás temas. Si yo tuviera un presupuesto grande o un patrocinio con una empresa grande estaría encantada, pero actualmente no es así”.
Paola, precisamente, conoce muy bien la importancia de un torneo y todo lo que esto conlleva, y aunque Águilas no da el paso directo para que exista un equipo profesional femenino, sabe muy bien que la lucha va desde la dirigencia y el verdadero apoyo que deben brindar todos los entes relacionados con el fútbol en Colombia.
El sueño dorado continúa
A la complejidad de sobrellevar el equipo siempre de la mejor manera se le sumó la pandemia, que golpeó a todas las esferas, de distintas maneras y también de formas muy difíciles. A pesar de eso, la dirigente manifestó que la institución pudo cumplir con su equipo de trabajo y con sus jugadores, lo cual le generó tranquilidad pero siendo muy consciente de su presupuesto y de lo que enfrentarían. La lección más importante y sus sueños actualmente están fijados en que su familia tenga salud y ver triunfar a los jugadores que hacen parte de las divisiones menores.
Respecto a este último punto, la presidenta de Águilas recuerda con gran cariño a jugadores como Daniel Muñoz, quien debutó vestido de dorado y actualmente vive su sueño europeo en el balompié belga: “Daniel me envió un mensaje muy bonito el día de mi cumpleaños, está agradecido porque nosotros le abrimos las puertas. Uno ve el proceso de algunos jugadores que pasan por nuestra institución y siente bastante orgullo, eso me apasiona”.
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Sin embargo, la mayor satisfacción de Paola es compartir con Lucas, su hijo de siete años y un gran aficionado al fútbol. Hasta el 2013 acompañó al equipo a todos lados, pero desde su proceso de embarazo aprendió a repartir el tiempo entre el equipo, su hijo, su esposo y su familia, por lo cual se siente orgullosa de no haberse perdido nada de su infancia.
Ella es enfática en que las mujeres le dan un toque diferente a las instituciones y ella, particularmente, ha buscado que el jugador de fútbol sea visto como un ser humano integral, con sus problemas y sus dificultades. Su carácter metódico le ha dado un orden al equipo profesional y, aunque las cinco clasificaciones a Copa Sudamericana han servido de frutos, la gran ambición del proyecto deportivo es poner la primera estrella dorada en el escudo.
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