Michael Jordan, más allá de canastas inolvidables
Por Mateo Arroyave Díaz
El sueño de todo joven que quiere convertirse en un jugador profesional, siempre será dejar un legado imborrable en la NBA. Anillos, MVP´S de temporada y de finales, establecer récords, participar en varias ocasiones en el juego de estrellas, que su dorsal sea retirada por el equipo en el que jugó por varios años, y poder convertirse en miembro del Salón de la Fama, son las metas trazadas por todos aquellos jugadores que logran ganarse un cupo en la liga más importante de baloncesto. Por lo mencionado anteriormente, Michael Jordan no tiene que preocuparse. El mítico escolta de los Chicago Bulls logró todo esto y mucho más, llevando a que su legado tuviera un gran impacto en el mundo del deporte en general, y se implantara a la vez un nuevo comportamiento en la sociedad.
En 1984, la NBA era desconocida por muchos, y por esta razón sus integrantes estaban buscando la manera de que la liga diese ese gran salto que la posicionara en un nivel mucho más alto de reconocimiento. Ese mismo año, los Chicago Bulls escogerían en el tercer puesto del draft a un tal Michael Jordan, criticado por muchos debido a su estatura, pero lo que lo que todos desconocían en ese entonces, era que aquel jugador de 1,98 metros proveniente de la Universidad de North Carolina, contaba con la capacidad de dar esos grandes saltos que finalmente llevarían a la liga a un nuevo nivel de popularidad.
Su gran capacidad de salto, sus diversas armas ofensivas, y su gran talento a la hora de defender a los jugadores rivales, hicieron que Michael Jordan se convirtiese en el mejor jugador de baloncesto, e incluso, fuese considerado como el mejor deportista de la época. Jerry Krause, gerente del equipo, vio el gran potencial que tenía la franquicia al tener en su plantilla un jugador como Michael, y juntándolo con grandes estrellas como Phill Jackson, Scottie Pippen, Dennis Rodman, entre muchas otras, Jordan logró liderar a los Chicago Bulls en una inolvidable dinastía de seis campeonatos entre la temporada del 91´ y el 98´. En esos tiempos nadie quería perderse un partido de ´Air Jordan´, generando así que incrementara la audiencia televisiva en la transmisión de los partidos, y que en cada estadio en el que arribaran los Bulls para disputar un encuentro, la boletería se agotara en cuestión de pocas horas. El impacto también se vio reflejado en la cultura de los noventa, y esto se debe en parte a la gran publicidad que giraba alrededor del cinco veces MVP de la liga. Gatorade con su comercial ´Be Like Mike´, llevó a que todos, como su traducción lo dice, quisieran ser como Michael. Además, el escolta también llegó a tener una gran influencia en el mundo de la moda con sus tenis diseñadas por Nike, el regalo más pedido por los jóvenes en las navidades.
Su impacto sigue estando vigente en el siglo XXI, los jugadores llegan a la NBA con el deseo de destronar a Michael Jordan y convertirse en el mejor de todos los tiempos. Además, el mundo de los ´sneakers´ hoy en día está en su punto de apogeo más alto, y los Nike x Jordan vienen siendo de lo más apetecido actualmente.
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