Los polos opuestos de “El Triunfo”

Agencia Informativa Acord

Por: Juan Andrés Vásquez

Sobre la raya lateral, dándole la espalda al banco de CD El Triunfo, hay dos mujeres dirigiendo al equipo: Yenid Arenas, la “profe” enérgica, grita sin descanso entregando indicaciones para que su equipo aguante el resultado, sufre cada pase, cada centro, cada llegada, y si no fuese porque el reglamento se lo impide, estaría en el área con sus muchachos defendiendo los ataques del rival. A su lado, Bibiana Leudo, la otra “profe”, se encuentra tranquila. Se recuesta contra el muro que separa a la cancha del banco de suplentes y con una mirada seria predice a la perfección cada jugada del partido, como si pudiese leer el futuro.

La emotividad de Yenid es comprensible porque más que a un equipo de fútbol, está dirigiendo a un hijo. En el 2019, su esposo Humberto y ella, decidieron fundar el Club Deportivo El Triunfo, un equipo que buscaba contagiar con la pasión del fútbol a los niños y jóvenes de la comuna 6 de Medellín, intentando alejarlos de los malos vicios de las calles. Yenid veía como el club iba creciendo poco a poco al igual que lo hace un niño pequeño, y el apoyo de la gente del sector, que se empezó a sentir identificada con el equipo, hizo que la entrenadora se sintiera cada vez más orgullosa de aquel hijo. Sus gritos e indicaciones no son de una entrenadora común y corriente, sino que es la voz de una madre que le da aliento a su hijo para que pueda llegar a lo más alto.

Bibiana, sin muchas palabras, continúa analizando con tranquilidad lo que sucede en el partido, su amplia y larga carrera en el fútbol la convirtió en una mujer más analítica que emocional. Es profesora de primaria en una vereda de San Carlos, pero todos los fines de semana viaja hasta Medellín para dirigir a CD El Triunfo y a su otro club, la Corporación sin color ni límites. Luego de 16 años de carrera en los que alcanzó un palmarés de 78 títulos, además de participar en varias ediciones del Babyfútbol con el Inder de Medellín femenino, Bibiana entiende que su silencio simplemente es un cómplice para validar su experiencia, que su balance como directora técnica depende del desempeño que demuestren sus jugadores en cada partido, y que del mismo modo como lo hace en la primaria, debe soltarle el brazo a sus estudiantes para cada examen.

Yenid y Bibiana, la dupla del banquillo de CD El Triunfo, son polos opuestos, pero sus formas de dirigir se complementan espléndidamente dándole un poco de emotividad al juego pero también algo de análisis y confianza, de modo que cuando sus jugadores necesiten ayuda, podrán encontrar en el banco de suplentes el aliento de una madre o el consejo de una maestra.

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