¡Gracias, Germán Cano!
Por: Sergio Andrés Ruíz López, columnista invitado
“Y al que apetezca la gloria debe despedirse a tiempo del honor y dominar el arte difícil de irse en el momento oportuno”, Nietzsche.
Solo los quiero poner en contexto, con el DIM, el gran goleador Jackson Martínez tuvo un promedio de 0.38 goles por partido, el de Germán Ezequiel Cano fue de 0,51. ¡Una barbaridad!
Hoy, un día después de la confirmación de tu partida al fútbol mexicano aún hay melancolía, el guerrero, el crack, el goleador del Deportivo Independiente Medellín ha decidido mirar otros horizontes. Razones tendrás, y de sobra, para tomar la decisión de dejar el fútbol colombiano e ir a México, lo económico sabemos que es vital en una carrera en la que la gloria es tan efímera como la mera celebración de un gol.
Como hinchas del Medellín sería totalmente injusto tener algún tipo de rencor contra vos, Germán, por tu partida. Es lo mejor para un jugador que se notaba superior en esta liga, que duró dos años y medio, (5 torneos colombianos), haciendo goles por doquier: 51 goles por liga colombiana en 5 torneos, una cifra que nos indica que cada torneo hacía casi 10 goles, lo que le alcanzó para ser goleador del campeonato en dos ocasiones y para perseguir el premio mucho tiempo más.
Llegaste sin pena ni gloria, algunos teníamos el vago recuerdo de un Germán Cano que salió goleador con el Deportivo Pereira hace algún tiempo atrás. 2011 para ser exactos. De allí migró a Nacional de Paraguay, equipo en el que convirtió apenas 4 goles en 18 partidos.
Debutaste con gol, lo mejor que le puede pasar a un delantero, y de ahí en adelante el romance tuyo con la hinchada fue inmenso, fecha tras fecha demostraba que era la respuesta tan anhelada que el DIM buscaba para su delantera desde la dolorosa partida de Jackson Martínez después de salir campeón en el 2009.
Y es que te convertiste en el socio de todos. Por tu lado pasaron varios volantes de creación y siempre tuviste buen rendimiento. Sebastián Hernández, Giovanni Hernández, etc. Y demostraste estar a la altura para adaptarte al juego de cada uno, un jugador que se acomoda al estilo de juego de su equipo y brinda lo mejor de sí cada partido.
Tus goles tenían un tinte especial, el “Medallo” podía ir ganando dos o tres a cero, pero todos queríamos ver el gol de Germán, lo esperábamos, lo teníamos atorado en la garganta para cantarlo con un ánimo extraño, un cariño y un aprecio que podían hacer de un gol sencillo, o de trámite, en un grito que hiciera retumbar el Atanasio Girardot: “Goleador, goleador, Cano goleador”.
El “papacito” para las mujeres que solo se fijan de manera vaga en el fútbol como si se tratara meramente de un espectáculo, eh, como una pasarela. El crack para todas las personas que conocieran algo de fútbol y notaran tus movimientos, la facilidad que tenías para escurrirte entre tus rivales con potencia y habilidad, ¡Ah! Y un enganche que hacías cada ocho días que nunca entendí por qué los defensas siempre caían en la distracción…
La hinchada del Medellín es algo rara, endiosa a jugadores que simplemente se dedicaron a ganarse a los aficionados con lo que se llama “tribunear” y que su rendimiento pasó a un segundo plano y, en ocasiones, desprecian el trabajo de jugadores como Germán Cano, a veces olvidándose de una famosa frase del fútbol y las barras:”Si solo sirviera salir campeón, sería lo mismo verlo por televisión”. (En la lista de jugadores que los hinchas del Medellín hemos despreciado podría incluir a jugadores tan conocidos como Samuel Vanegas, Andrés Orozco y muchos otros de los cuales no quiero discutir).
Gracias Germán. No tengo nada más para decir, viniste como un casi desconocido y saliste como el mejor delantero colombiano de los últimos años (no lo digo yo, lo dicen las estadísticas). Tu entrega, tu sacrificio y tu pasión para cantar los goles serán recordados por muchísimo tiempo, porque como dijo Nietzsche: “Y al que apetezca la gloria debe despedirse a tiempo del honor y dominar el arte difícil de irse en el momento oportuno”.
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