El camino es el deporte
Por Fredy Pulgarín
El deporte es una creación social y cultural, y por ello siempre está y estará ligado a los valores de la sociedad y a su trasformación permanente desde dos importantes imaginarios: el deporte de éxito, en el cual nuestra sociedad colombiana demuestra actitudes aún muy inmaduras, pues un día somos los mejores por cualquier éxito nacional o internacional, pero al otro día somos los peores, simplemente porque no se alcanzó lo más alto.
Por otro lado, está el deporte personal, aquel que la mayoría disfrutamos solo por pasar el rato, por distraernos, por ejercitarnos para sentirnos más saludables, aquel que nos permite una tregua en lo rutinario de nuestras vidas y que nos hace creer en que es posible ser mejores, superarnos.
La práctica deportiva, desde cualquiera de sus manifestaciones, es una escuela infinita de valores y no hay duda de su importancia para la construcción de tejido social, más hoy, cuando el mundo sigue convulsionado por una crisis sanitaria que afecta todos los sectores de la economía y que seguramente estará entre nosotros durante mucho tiempo.
El deporte, en el cual se viven también muchas tragedias o flagelos, está lleno de grandes virtudes, y creo que es a partir de ellas que todos los que trabajamos en él, como deportistas, dirigentes, lideres, políticos, periodistas, entre otros, debemos potenciarlo como un movilizador para intentar salir de las crisis que vivimos. El deporte, hoy más que nunca, es un escenario para fomentar los valores más representativos de lo que somos y construimos como sociedad.
No existe un mejor camino para desarrollar la dimensión lúdica de los seres humanos, para educar en fortaleza y templanza, para incentivar la justicia y el equilibrio social, para fomentar la cultura del esfuerzo y la generosidad, que el deporte, entendido como esa gran posibilidad humana de contribuir a la creación de un mundo más humano y solidario.
La solidaridad y la cooperación son valores fundamentales que hoy necesita con urgencia la humanidad, y como soportes deportivos, seguramente también nos permitirán fortalecer el tejido como individuos, sociedad y especie, esa triada que nos permite conectarnos con nosotros mismos y con los demás.
Hoy el camino es el deporte y en él deberíamos andar todos.
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