El barrismo en Medellín se vive distinto
Por: Fredy Pulgarín y Daniela Paniagua
El fútbol es el deporte más popular del mundo, un fenómeno social que hace parte de nuestra cotidianidad, de manera recreativa y competitiva, y que mueve miles de personas por su capacidad de convocatoria y la posibilidad de generar todo tipo de pasiones, desde la exaltación de los valores humanos hasta la criminalidad y el enceguecido fanatismo que ha acabado con miles de vidas.
Medellín y sus dos equipos representativos no son la excepción, a finales de los años 90 llegaron a la ciudad prácticas asociadas al barrismo, traídos de otros países, que como grupos organizados dentro de una hinchada se caracterizaron por producir hechos violentos, dentro y fuera del estadio.
La actual Administración Municipal, en su actual Plan de Desarrollo, consideró el fútbol como una oportunidad para el encuentro y la convivencia con el proyecto Cultura del Fútbol, del que hace parte Más que 90 Minutos “…es una estrategia pedagógica que busca favorecer relaciones armónicas entre los distintos barristas, independiente de sus preferencias en la ciudad de Medellín, y que busca transcender la visión del otro como enemigo o como rival, para permitir la emergencia de otras miradas, incluso la opción de compartir juntos y de ver al otro más allá de las preferencias deportivas”, manifestó Diego Londoño Galeano, socio de Acord Antioquia.
“Antes era inconcebible compartir un espacio con un hincha de otro equipo y más el rival de patio, hoy siento respeto y cordialidad porque ha sido lo que he recibido, he entendido que a ellos también los esperan sus familias en casa y lo más importante es cambiar la mentalidad a nuestros grupos de que estamos cansados de tener amigos en el hospital, la cárcel o el cementerio”, manifiestó también Alejandro Morales, encargado de uno de los 100 parches de la Rexixtenxia Norte.
Por otro lado, Juan Esteban Mosquera, hincha de Atlético Nacional, líder e integrante de Pueblo Verdolaga, barra que se ubica en la norte cuando Nacional es local, recuerda los inicios del grupo en 2012, iniciativa que siempre ha buscado integrar familias en el estadio y recordar que “todos valemos por igual, todos somos líderes sociales. Nosotros hoy con los de la Rexixtenxia nos podemos sentar, sin ningún problema, hemos cambiado los imaginarios. Estos procesos de formación en liderazgo han ayudado a cambiar ciertos estigmas”, aseguró Juan Esteban.
Actualmente, en la Cultura del Fútbol en Medellín se destacan siete mini-clásicos en barrios, 2 movilizaciones masivas de hinchas, formación en liderazgos positivos para 400 barristas y proyectos como Más que 90 minutos.
El fútbol seguirá latiendo en el corazón de miles de hinchas que siguen y alientan, sin importar distancia, lugar o tiempo, al equipo de sus amores. Ahora, ellos son un colectivo que se une, de lado y lado, por una pasión, pero trasciende fronteras y sigue luchando todos los días por cambiar el estigma que le arrebató la vida a muchos.
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