Eder sacó bien el partido de Semis
Por: Roosevelt Castro B
Agencia Informativo Acord Antioquia
Heráclito nos decía que nadie puede bañarse dos veces en un mismo río, porque, aunque aparentemente el río es el mismo, sus elementos, su cauce, el agua que corre por él, han cambiado. El cambio es la constante de la vida ya que ésta representa una constante transformación.
Eso ocurrió en el juzgamiento del partido entre Deportivo Independiente Medellín (0) vs Millonarios (2), por las Semifinales de la Copa Colombia Betplay Dimayor 2022, jugado en el Estadio Atanasio Girardot de Medellín: Eder Vergara no se bañó dos veces en el mismo río de jugadas, de decisiones técnicas y disciplinarias.
El primer reto que asumió el juez cordobés y su equipo arbitral fue el de la vestimenta del portero del Independiente Medellín, Andrés Mosquera Marmolejo. El guardavalla rojo salió con un equipamiento (Ley 4) de color negro igual a la armadura arbitral.
Dice la norma que:
- Los dos equipos vestirán colores que los diferencien entre sí y del equipo arbitral.
- Los guardametas vestirán colores que los diferencien de los demás jugadores y del equipo arbitral.
El árbitro monteriano hizo caso omiso a ello, pues consideró que “no revestía confusión” … y acertó.
De otro lado, varias veces cayó en la trampa de la simulación, muchas veces soterrada, de varios jugadores de la visita. El juvenil Daniel Ruiz fingió varias faltas, que hicieron confundir al central costeño y a sus asistentes John León, de Caldas, y Jonathan Ballesteros, de Santander.
Muchas de las simulaciones desencadenaron en una perdida deliberada de tiempo y en la efectividad de juego para su fluidez. Para ello, y dando cumplimiento a la Ley 7 (duración del partido), solo adicionó 3 minutos en el primer tiempo y 4 en la segunda parte.
Aun así, le dio manejo al partido, muchas veces aspero, para sancionar las faltas para tiro libre directo e interpretando bien el reglamento.
En disciplina faltó más drasticidad para castigar a los jugadores visitantes, muchos de ellos con la marrulla de la simulación.
Con balance de 5 amarillas, dos para el visitante y tres para el local, terminó el balance disciplinario para Vergara Lora, en su tercer partido por la Copa Colombia y completando 11 amonestaciones en su vida arbitral en este campeonato, que otorga un cupo a Copa Libertadores.
Los amonestados de Medellín fueron: Jorge Segura, Yulián Gómez y José Hernández. Las amarillas para Millonarios fueron para: Juan Pablo Vargas y David M. Silva, quien debió recibir cartulina roja por la agresión a Marrugo, del DIM.
Otro que infringió permanentemente las normas, en especial a un acumulado sistemático de faltas para tiro libre directo, fue el defensor capitalino Llinas, pero quien no recibió amonestación por parte del juez central.
En su aspecto físico, fue de nuevo destacable su actuación. Muchas veces rompió su diagonal, para estar atento a las jugadas y a sus asistentes. Sus recorridos fueron fluidos y muchas veces se le veía lejano a las jugadas, pero siempre estuvo bien ubicado.
Así, Vergara Lora entendió que, al igual que el filósofo presocrático Heráclito, el cambio es la constante de la vida ya que ésta representa una constante transformación y un partido de fútbol es igual a ese río que nadie puede bañarse dos veces en el mismo.
Cápsula arbitral. La figura del árbitro aparece, reglamentariamente hablando, en 1891. Ellos se vestían con las mejores galas. Doce años después su aparición, muere la Reina Victoria de Inglaterra, quien no solo ayudó a la transformación social y económica del Reino Unido, sino que también les dio un gran impulso a los deportes y especialmente al fútbol. Como homenaje póstumo, los árbitros se vistieron de negro. Allí surgió el color tradicional de los jueces, que fue cambiado casi un siglo después para el Mundial de Estados Unidos. La organización de la máxima justa de la pelota orbital, y en 1994, le dio un giro copernicano a la vestimenta arbitral y permitió que colores como el amarillo, el rojo, el azul, entre otros, estuvieran en sus armaduras.
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