De músico, poeta y… Guillermo Hinestroza lo tuvo todo
Agencia Informativa Acord Antioquia
Un cáncer de piel, Alzheimer, hematomas por las constantes caídas, desnutrición y lamentables condiciones higiénicas y anímicas en las que vivió sus últimos días en una semicloaca del centro occidente de Medellín, consumieron la vida de Guillermo Hinestroza Isaza.
A sus 89 años murió en Medellín, el 28 de diciembre de 2011. El otro arquero estrella del Independiente Santafé, Huracán e Independiente Medellín, fundador en 1937 del equipo que luego se constituyó en el hoy glorioso Atlético Nacional, y hombre de radio, prensa y televisión, vivió en medio de pobreza absoluta acompañado de dos perros que dormían en su misma cama.
Aparte de sus males físicos, la vida del “Tío Memo”, el mismo del “Club del Clan” de la televisión, el pintor, poeta, novelista y hasta gurú, corría el peligro de sufrir otra tragedia en su covacha, como un incendio, pues olvidaba cuando prendía la parrilla para cocinar el arroz que lo alimentaría en los próximos cinco días.
El caso demandó una urgente asistencia médica, social y sicológica de sus colegas y de las instituciones deportivas a las cuales dio vida y sirvió, como Atlético Nacional, Independiente Medellín y nuestra Asociación de Colombiana de Periodistas Deportivos, entre otras, amén de la radio y la organización del fútbol aficionado y de menores en Colombia.
Por: Roosevelt Castro B. – Socio Acord Antioquia
A Guillermo Hinestroza Isaza, como la canción de Piero, “la edad se le vino encima sin carnaval, ni comparsa”. A sus 89 años, la vida le pasó cobrándole factura de una lesión en la espalda que tuvo al caerse de unas escalas de un segundo piso, en un apartamento que pagaban sus hermanos en el sector de Niquitao con San Juan, en el centro occidente de Medellín. Y si decimos apartamento era calificar en grande ese lugar de habitación de uno de los fundadores del cuadro Atlético Nacional, en los albores de 1937, pues vivió entre los excrementos y los orines de dos perras y una gata, un montón de basuras, una cocina desordenada y una cama desarreglada y sucia.
“Don Guillo”, como lo conocíamos sus amigos, fue un habitante del centro de Medellín, por más de 4 décadas. Primero vivió en Pichincha con Junín, luego en Barbacoas cerca al Parque de Bolívar y por último en esa covacha de Niquitao con San Juan. “Al centro lo recorrí de arriba a abajo y de abajo a arriba. Me gustaba mucho parquebolivariar y juniniar. Ese paseo lo hacía muy asiduamente, pero ahora me es difícil realizarlo”, comentó en su momento, con un dejo de nostalgia.
Con un Alzheimer avanzado en sus últimos años, no recordaba muchas de sus grandes gestas con el fútbol, el periodismo y la farándula criolla. O quizás quiso olvidar de un tajo toda su enorme contribución. Con un cáncer en la piel que lo carcomió, un chichón en su frente, las manos arrugadas y un andar cansino pasó sus últimos días el creador del “baby-fútbol” en nuestro país.
Es que este hombre del fútbol, el periodismo, la literatura, la pintura, la docencia y la farándula colombiana encontró en la soledad su mejor amiga. No en vano quiso que su epitafio dijera “aquí murió el pendejo más pendejo que parió la humanidad”. Y no era que hablara con resentimientos, ni con envidias malsanas. Él ya estaba por encima del bien y del mal.
Una rodaja de salchichón, tres cucharadas de arroz, un huevo, un chocolisto caliente y, en la mañana, una arepa, eran sus alimentos diarios que preparaba en una vetusta cocineta de dos puestos. “El arroz lo preparo para que me dure 5 días”, aseguraba este octogenario.
¿Quién es “Guillo”?
Allí, en ese pequeño cuarto ubicado en un vetusto edificio de San Juan con Niquitao, Hinestroza Isaza nos relató su cuento deportivo sin entrar en ninguna contradicción y en el cual llevó casi ocho décadas y media de su larga viva dedicado a la actividad muscular en todos los sentidos.
Guillo nació en Rionegro, Antioquia, un 20 de febrero de 1923. No le gustaba que le recordaran su edad, aunque para los años que tenía poseía una voz y una tonalidad exuberante y fuerte.
Para hablar de Hinestroza Isaza se podía caer en contradicciones. Sí, es que todo en él fue así: Díscolo, cáustico, venenoso, ponzoñoso, pero, a su vez, tierno, comprensivo, amoroso, leal y colaborador como el que más. Es que no fue un hombre de “medias tintas” ya que, a Guillo, se le quería o se le odiaba: no había términos medios en él.
Las risas, los recuerdos y las nostalgias fueron surgiendo, en esa charla amena que sostuvimos con él en noviembre de 2006. El hijo mayor entre 6 hermanos (4 hombres y 2 mujeres) de la familia de Guillermo Hinestroza, un sastre del Oriente antioqueño venido a menos por el juego, y Ana Isaza, una hacendosa ama de casa fallecida en 1978, nos contó las vicisitudes que tuvo que pasar para cuidar a sus hermanos. “En el centro de Medellín tuve que vender empanadas, papas rellenas, chorizos, ya que mi papá falleció, víctima del licor, cuando yo tenía 12 años,”, dice el periodista acerca de su niñez.
Como encantador de serpientes sus palabras salían pausadas y en detalle.
Empezó recordando que fue guardameta del equipo Huracán de Medellín, de Santafé, el Deportivo Cali, entre otros.
El señor de los milagros
Es que su vida fue marcada por los “milagros”. Y para no dudarlo: fundador del Atlético Nacional, de Cicrodeportes (Hoy Acord Antioquia), creador del Pony-fútbol, “El Club del Clan”, “Chiquilines”. Fue un verdadero “Señor de los milagros”
Atlético Nacional, yo te traje al mundo” (Primer milagro)
Fue fundador de Nacional hace más de media centuria. Su talento parió al Rey de Copas Colombiano, en los albores de 1937.
En la famosa “manga de Don Pepe”, un pequeño potrero ubicado a casi 4 cuadras de la iglesia del Sagrado Corazón, en el Barrio Buenos Aires de Medellín, un grupo de imberbes muchachitos, cuyas edades oscilaban entre los 12 y 15 años, se reunían a jugar su “picadito” de fútbol. Las piedras amontonadas a cierta distancia hacían de porterías. Al “pico y monto” se repartían los favores de los diferentes calidosos de la pelota. Entre ellos sobresalía la figura de “Guillo”. En esa manga en donde hoy, al parecer, funciona la Plaza de Flores nació el Club Atlético Nacional con el nombre de Unión, convirtiéndose en el primer milagro de nuestro invitado.
Luego se fusionaría con la empresa Indulana, para llamarse Unión Indulana y participar en los torneos organizados por la Liga Antioqueña de Fútbol.
El 30 de abril de 1947 es registrado con el nombre de Atlético Municipal y luego, en 1950, se cambiaría por el de Atlético Nacional.
Chiquilines, un gol infantil del fútbol formativo (Segundo milagro)
Igualmente, fue director técnico de equipos fútbol donde realizó un gran elenco que marcó historia en el balompié “paisa”: Chiquilines.
De allí, según él, surgieron grandes figuras para el fútbol antioqueño y colombiano. Mario Agudelo (Ex-Deportivo Cali); Héctor “Canocho” Echeverry (Q.E.P.D) (Ex-marcador de punta del Independiente Medellín y la selección Colombia en el mundial de Chile); Manuel Valencia (un centro delantero de gran capacidad técnica); Orlando Maya (hoy médico cirujano), Carlos Campillo (Goleador del Medellín y Nacional) y Augusto López Valencia, ex presidente de Bavaria, entre otros.
El Babyfutbol, una cantera del fútbol colombiano (Tercer milagro)
También nos habló acerca de la creación del torneo Baby fútbol, convertido tiempo después en el Pony-fútbol que organiza la Corporación “Los Paisitas”.
Cuando el sacerdote jesuita belga Juan Berchmans entra al noviciado de la Compañía de Jesús, un 24 de septiembre de 1616, lejos imaginaria que casi 4 siglos y medio después su obra daría grandes frutos como la creación de unas instituciones educativas, en su memoria.
Sí, los Colegios Berchmans diseminados por el mundo cristiano llegaron a Colombia y se insertaron en la dinámica educativa de nuestro país, más exactamente en Cali. Allí llegó un día cualquiera, en la década de los sesenta, Guillermo Hinestroza Isaza, como profesor. Después de muchas experiencias en el fútbol, como la fundación del Atlético Nacional, de jugar en el balompié profesional y la creación del semillero “Chiquilines”, Hinestroza Isaza le propuso al rector la creación de un torneo de minifútbol, para que los chicos se divirtieran en los recreos. Allí nació la semilla de un torneo que años después entraría a la historia de nuestro balompié: el baby-fútbol.
No recuerda el primer torneo aquí en Medellín, pero sí le viene a la memoria que tenía reglas muy precisas para que los niños participaran de este evento deportivo. “Una apariencia de edad de 15 años y una estatura aproximada de1 metro y medio. Si no las cumplían no podían jugar”, afirmó sin titubeos.
El segundo se realizó en 1967 y tercero en 1973. Para la cuarta versión, y en 1979, fuimos llamados por el Dr. Hernán Gómez Agudelo, en ese entonces gerente del DIM, para que le organizáramos un Torneo muy similar, ya que el del 73 le dio buenos réditos al Medellín, para su recambio deportivo, pues jugadores como Gustavo Nilsen Zapata, Orlando Pérez, Mauricio Salazar, entre otros, habían surgido en este campeonato jugado en el Coliseo Cubierto Iván de Bedout de Medellín.
Por algunos inconvenientes, Gómez Agudelo les quitó la organización a Hinestroza Isaza y a Castro Bohórquez y se los entregó a José María Ramacciotti y al odontólogo Antonio Francio Ruiz, realizándose en enero de 1980.
A finales de 1983, Guillermo retomó su idea, me invitó y se la ofrecimos a Franco Ruiz. El odontólogo nos contestó que no, pues si era por dinero que cobraríamos, no le interesaba. Tiempo después nos enteraríamos que se había reunido con otras personas prestantes de la ciudad, surgiendo la creación de la Corporación Babyfútbol Los Paisitas, quienes organizarían el Torneo, dando su puntapié inicial en 1985 y que hasta ahora lo vienen haciendo con idoneidad, al punto de convertirse en una miniolimpiada infantil que ha contribuido con la reserva y el recambio deportivo del país.
En el génesis del fútbol femenino
Fue pionero del balompié femenino en nuestro departamento. “Fui el primer novelero que formó en Medellín un equipo de bellas amazonas. La dicha no duró sino seis meses merced a la airada intervención de la curia metropolitana y mi lógico espanto por aquello de la inquisición y las consiguientes penas de fuego eterno”, fue lo que contó, de forma anecdótica, Guillermo Hinestroza y añadió con un dejo de nostalgia: “ …¡y lo bien que pateaban esas encantadoras nenas!”
LA Acord Antioquia periodismo deportivo que con-vida (Cuarto milagro)
Cuando el 20 de octubre de 1952, 16 periodistas de la ciudad se reunían en la oficina 405 de Foto Repórter del edificio “El Correo”, lejos estaban de imaginar que estaban sembrando la semilla de la crónica deportiva local.
Sí, ese 20 de octubre marcó el inicio de una agremiación periodística, que ha gestado muchos de los procesos de la actividad muscular en el departamento: Cicrodeportes- Antioquia (hoy Acord Antioquia).
Entre los 16 cronistas “gomosos” del deporte se encontraba: Carlos Guillermo Hinestroza Isaza.
Una pelea verbal entre colegas, se dirimió con la creación de la agremiación periodística.
“Yo trabajaba en el periódico El Diario, que era un vespertino que salía de lunes a sábado y que creo que fue el primero en el país que tuvo una página deportiva diaria. Allí yo manejaba y escribía la sección deportiva. En La Defensa, otro periódico de la ciudad, Joaquín Rincón manejaba la información deportiva. No hacia sino tirarme y llegué un día en que le pegué una vaciada. Un día Libardo Ospina, jefe de redacción de La Defensa, me llamó y me dijo que por qué estaban peleando y que en vez de hacerlo hiciéramos una Fundación o una Agremiación de periodistas deportivos. Vaya converse con Joaquín y hacen eso. Dicho y hecho. Fui a hablar con él y le propuse que, en vez de pelear, creáramos un Círculo de Periodistas de Antioquia. Igualmente, le propuse a Julián Pérez Medina, quien trabaja como redactor deportivo de El Correo, para empezar con él”, evocó en su momento Guillermo Hinestroza Isaza.
Así nació el Círculo de Cronistas deportivos de Antioquia, Cicrodeportes, hoy llamada Acord Antioquia, que se ha convertido en la sólida agremiación de periodistas que promueven, divulgan y ayudan a la actividad deportiva en la difusión de sus actividades.
La radio deportiva: Gol de la locura (Quinto milagro)
Además, fue un hombre de la radio y de la prensa por más de medio siglo. En Caracol, Todelar, Radio Súper, Colmundo Radio y otras emisoras independientes; al igual que los periódicos “El Tiempo”, “El Correo”, “El Siglo” y un sin número de revistas, realizó o escribió sus comentarios punzantes y cáusticos, que le ayudaron a difundir su mensaje de fraternidad y, especialmente, de desmitificación de todos los que giran en torno al deporte y específicamente del fútbol.
Sus inicios en el dial colombiano fueron acompañados por Julio Arrastia Bricca (q.e.p.d) y César Giraldo Londoño (q.e.p.d) en el programa “Deportistas, aquí estamos”, pero el programa que más recuerdo y más satisfacciones le trajo fue “Goles y Comentarios”. Lo realizó y lo produjo en diferentes frecuencias antioqueños.
Con su chispa e ingenio aparecieron personajes como “el padre Anacleto y sus letanías”, “La chiflamicas tumbalocas” o las secciones “los tres minutos de escándalo”, “la nueva canción del día”, “Las tribunas roja y verde”, todos y todas salidas de la mágica voz de Hinestroza Isaza en su programa diario “Goles y comentarios”.
“Se acabó un día de 1980 cuando el ministerio de comunicaciones me canceló la licencia de locutor porque me dio por hablar del “Bolillo” Gómez, hijo del entonces gerente del Deportivo Independiente Medellín, Hernán Gómez Agudelo. Yo le decía “el hijuecutivo” para referirme a él como “el hijo del ejecutivo”. El Ministerio malinterpretó el concepto y en la resolución puso que yo lo llamaba “el hijueputivo”. Tiempo después resucitamos este espacio, pero no fue lo mismo cuando lo hicimos con usted Roosevelt y con Gerardo Arias Gallo”.
Carlos Freddy López (q.e.p.d), Luciano González Sequea, Gustavo Osorio son algunas de las figuras del comentario deportivo de nuestro país surgidas de este espacio radial.
El músico a lo Mozart con “El Club del Clan” (Sexto milagro)
Wolfang Amadeus Mozart fue un genio de la música en el mundo. Hinestroza Isaza no sólo coincide con el gran músico europeo en su genialidad sino en el gusto por las melodías del músico de origen austriaco.
Asimismo, la música y la canción colombiana se vieron beneficiados con otro milagro de la genialidad de Guillermo Hinestroza Isaza, en el programa televisivo “El Club del Clan”. Surgió primero en las ondas de hertz y más adelante se metió en la pantalla chica de nuestro país, para servir de cuna de grandes cantantes y compositores.
Oscar Goleen, Claudia de Colombia, Vicky, Billy Pontoni y Claudia Osuna fueron algunos de los nombres que giraron en las marquesinas del espectáculo colombiano. Se jactó de ser el Juan Bautista artístico de todos ellos. “ Como le parece que llego a la Bogotá a la televisora y hago un programa diario de lunes a sábado de media hora durante tres años “, asevera Hinestroza Isaza.
De la misma forma, dirige y orienta el programa infantil “El Club de Tio Memo”. Con Jorge “el Topolino” Zuluaga (q.e.p.d) realizaban este espacio televisivo para los niños colombianos.
El poeta, el pintor y … el loco
Por último, indicó cuatro actividades más: la de escritor, pintor, maestro y gurú. Hinestroza Isaza escribió tres novelas: “Los años dorados”, “El día que llegó la maldad ” y ” Regreso del infierno” donde narra muchas de las realidades de nuestro país.
También tuvo sin publicar una serie de cuentos y relatos en los que mostraba, de una manera jocosa y pícara, muchas de las debilidades humanas como la envidia, el orgullo, la vanidad, las ansias de poder, de fama y demás veleidades.
La pintura la llevó en la sangre. Plasmó en el lienzo desde paisajes hasta desnudos. Su temática cambiaba como todo lo del espíritu humano, para dibujar esos retazos de realidad que pasaban por su mente inquieta.
Como maestro en el área de educación física trabajó en el colegio Berchmans de Cali; en el Campestre y la Universidad Libre de Bogotá; Anexa Marco Fidel Suárez de la U de A, Colegio de San José de Medellín.
Además, fue profesor de muchos hombres de la radio deportiva colombiana: Carlos Fredy López (Q.E.P.D), Luciano González Sequea, Iván Mejía Álvarez y muchos más.
Recodó, además, su faceta como gurú en Radio Nutibara de Todelar, llamado “Sueños, Amor y Cosmos”. Lo realizó con Carlos Gaviría, un astrólogo que se hacía llamar “el profesor Carlos”. Así ingresó al mundo de lo esotérico. “Con este programa llovía la plata. Yo me inventé unos medallones, la tarjeta astral, la tarjeta numerológica”. Montaron su oficina, pero un día la conciencia los revolcó y terminó con este negocio que le dio para comprar una casa.
No renunció a seguir sirviendo a la humanidad. “Si me dan la oportunidad les daría, totalmente gratis, unas buenas charlas de hacer un buen periodismo a los jóvenes”, manifestó en su momento sin rencor.
A pesar de la ingratitud, no esperó nada de nadie Es que su espíritu altruista y generoso lo llevó a ese estado de pobreza absoluta, con el que se despidió de este mundo el 28 de diciembre de 2011.
Así, ese día de noviembre de 2006, conocimos que “De músico, poeta y loco, Guillermo Hinestroza lo tuvo todo”.
https://www.youtube.com/watch?v=YAxgSEOdZkI
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