Por: Santiago Rendón

El 7 de marzo de 2020 fue la última vez que el Atanasio Girardot recibió hinchas en sus graderías. Aquella noche, los fanáticos del DIM abandonaron sus puestos en las tribunas con los rostros sonrientes después de vencer a Millonarios, pero sin saber que sería una larga despedida.

Durante las últimas semanas, los clubes paisas trabajaron para volver a tener aficionados en el estadio y así lograron que algunos representantes de las barras organizadas los acompañaran con cánticos e instrumentos. Sin embargo, 30 hinchas en un escenario que ha visto a más de 40.000 almas vivir la misma emoción, sigue siendo una cifra mínima.

¡El Poderoso de la Montaña es bicampeón ♥️💙🎉! Felicitaciones al @DIM_Oficial, por su triunfo en la #CopaBetPlayDimayor 🏆.
Nos alegra que una parte de su hinchada haya sido parte del piloto del regreso de personas a los estadios.
Gracias por llenar de alegría a nuestra ciudad. pic.twitter.com/GkD5GkOg3Y

— Alcaldía de Medellín (@AlcaldiadeMed) February 12, 2021

Una espera eterna

La seguidilla de clásicos

El 23 y el 29 de febrero de 2020, las tribunas del Atanasio Girardot se colmaron de rojo y verde para presenciar los dos clásicos del semestre. El primero fue para Nacional, que se impuso 3-1 con un tanto de Diego Braghieri y un doblete de Jefferson Duque. Javier Reina, de penal, descontó para el equipo que hizo las veces de local.

En el segundo partido entre ambos, el ‘Poderoso’ se fue en ventaja gracias a una anotación de Leonardo Castro, pero Duque volvió a vestirse de verdugo y decretó la paridad a media hora del final.

Se encienden las alarmas

Aunque el mundo supo de la existencia del COVID-19 en diciembre de 2019, Colombia comenzó a reportar casos en marzo de 2020, lo cual obligó a un cambio drástico en la vida cotidiana de todo el país.

Lavarse las manos y usar desinfectante constantemente sirvió como un tratamiento paliativo para controlar la pandemia, pero nada iba a funcionar sin distanciamiento social. Sin embargo, el mes arrancó con fútbol y en el Atanasio hubo fiesta por cuenta de la victoria del Medellín ante el cuadro ‘Embajador’, mientras que un día más tarde El Campín estuvo a reventar en el empate a dos entre Santa Fe y Nacional.

Y, a pesar de que el coronavirus era una amenaza latente que rondaba el continente, la pelota rodó durante unos días más y el 10 de marzo el DIM cayó goleado 3-0 ante Boca Juniors en La Bombonera, sumando su segunda derrota consecutiva en la Copa Libertadores.

Pitazo final

Con 13 casos de COVID-19 confirmados en el país, el 13 de marzo la Dimayor optó por suspender la novena fecha de la Liga, en la cual Medellín visitaba a Alianza y Nacional recibía al Deportes Tolima.

Según el comunicado de la organización, la idea era evaluar “la situación de manera diaria, y siguiendo las directrices estipuladas por el Ministerio de Salud y el Gobierno Nacional”.

Esta evaluación llevó a que durante seis meses Colombia no tuviera fútbol profesional. A lo largo de varias semanas, los clubes y la Dimayor trabajaron en el regreso, pero las exigencias del Gobierno para preservar la integridad del personal involucrado en la competencia alargaron el retorno a las canchas y, cuando por fin se logró, se confirmó que sería sin aficionados.

Desde eso, los estadios del país reemplazaron los cánticos reales por el sonido artificial de las grabaciones y la pasión de las tribunas se trasladó a las casas, pues hasta los hinchas más fieles tuvieron que quedarse con las ganas de ver jugar a sus equipos.

Hoy se cumple un año en medio de esta realidad sin precedentes y, aunque varias cosas han vuelto a la normalidad, para los hinchas el mundo sigue al revés, porque la espera de 365 días todavía no llega a su fin.