Copa América y problemas sociales: historias paralelas en Colombia
Por Santiago Rendón – @RendonSantiago_
Colombia vive actualmente una de las mayores crisis sociales de su historia por cuenta del paro nacional que arrancó el 28 de abril para ponerle fin a la reforma tributaria ideada por el Gobierno Nacional.
Las redes sociales se convirtieron en el canal de difusión de las manifestaciones, las cuales han calado con fuerza en un país sumido en el horror y la intranquilidad.
Debido a esta situación, los equipos colombianos que tenían acción en Libertadores y Sudamericana se vieron obligados a abandonar sus localías y trasladarse a Paraguay. Y a partir de allí, se hizo viral el pedido de una parte de la población colombiana para que la Copa América no se dispute en el país, pues a la violencia que se ve en las calles, se suma la pandemia que ya cobró más de 76 mil vidas en todo el territorio nacional.
Sin embargo, el presidente Iván Duque afirmó en diálogo con Blu Radio que el certamen sí se disputará en Colombia, en conjunto con Argentina, tal y como se estipuló en un principio: “Sería absurdo que no se hiciera una Copa si se está haciendo una Eurocopa y, sobre todo, cuando las cifras epidemiológicas en varios países son similares o inclusive en algunos lugares peores que las que se han visto en países de América Latina”.
Iván Duque: “sería absurdo no hacer la Copa América en Colombia y Argentina”https://t.co/CWa8dQviNd pic.twitter.com/kogMIDYD1s
— Espectador Deportes (@DeportesEE) May 5, 2021
El agravante es que falta un mes para que el balón comience a rodar en el país y aún no se sabe si los ánimos en las calles se aplacarán. En caso de que se dispute, no sería la primera vez que Colombia acoja una Copa América en medio del caos:
La del 2001, una celebración más agria que dulce
Podría decirse, con casi total seguridad, que el conflicto armado ha sido el mayor fantasma en la historia de Colombia, tanto así que en 1994 ocupó la posición del país más violento del mundo.
Para el 2001, a la nación cafetera le correspondía ser sede de la Copa América, a partir de la rotación de países aprobada en 1987 por todas las asociaciones miembro de la Conmebol.
Colombia fue designada como sede de la Copa América 2001. Fotografía: Goal
Pero la situación social no daba para recibir un certamen de esta categoría. El lunes 25 de junio, exactamente dos semanas antes de que comenzara el torneo continental, Hernán Mejía Campuzano, entonces vicepresidente de la Federación Colombiana de Fútbol, fue secuestrado por las FARC y se puso en vilo la realización del campeonato.
Sin embargo, ni aquel secuestro, y menos aún las 12 víctimas de bombas en el trascurso del año, iban a impedir que Colombia se quedara con la sede del torneo: “Quitarle a Colombia la Copa es el peor de los atentados”, afirmó el presidente Andrés Pastrana en una alocución dirigida a toda la población.
Tres días más tarde, la Conmebol se reunió se manera extraordinaria en Buenos Aires para decidir el futuro del evento. Ese mismo día Mejía fue liberado, pero el ente ya había decidido la suspensión de la sede para Colombia.
Hernán Mejía Campuzano y Nicolás Leoz. Fotografía: Colprensa
Un día más tarde, el propio dirigente tuvo que viajar a Buenos Aires en compañía de Gustavo Moreno Jaramillo (tesorero de la FCF) para solicitar que Colombia volviera a quedarse con la localía. Incluso Pastrana se sumó a los esfuerzos gestionando con sus homólogos y convenciéndolos de que aquel secuestro fue un hecho aislado, pero la seguridad para las selecciones estaba garantizada.
Al final el objetivo se cumplió, pero a un costo muy alto. Argentina se bajó del certamen haciendo referencia a “la falta de seguridad existente”. El lugar de la ‘albiceleste’ lo ocupó Honduras, invitada 48 horas antes del pitazo inicial en la Copa; para el recuerdo quedó que el 23 de julio los centroamericanos eliminaron a Brasil -que prefirió no convocar a Ronaldo ni a Rivaldo para el torneo-, y clasificaron a la semifinal.
Colombia terminó siendo campeona y logró su primer y único trofeo de Copa América. Los locales vencieron por la mínima a México con un tanto de Iván Ramiro Córdoba en El Campín y dejaron una sonrisa en el rostro de los colombianos después de medio año de violencia y antes de otro medio año de desapariciones forzadas, asesinatos, desplazamientos, secuestros, falsos positivos y otros eventos relacionados a la época más oscura del conflicto nacional.
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