¿Qué buena inversión puedo hacer en el Oriente Antioqueño?
El Oriente Antioqueño se ha descubierto en los últimos años como la gallina de los huevos de oro en Colombia. Así, a un patrimonio natural, cultural y monumental privilegiado, le han seguido fuertes inversiones de la Gobernación a nivel estatal y regional que se han traducido en una tierra donde han proliferado la inversión en fincas, compra de casas, venta de lotes en Llanogrande, La Ceja, El Retiro y cada uno de los municipios que conforman este bello rincón pero, exactamente, ¿qué buena inversión podemos hacer en las tierras del Oriente?
Inversión económica: vender un lote por parcelaciones
Por todas las razones que hemos descrito al comienzo, el Oriente está en boca de todos los inversores y empresarios que presuman de buen olfato para los negocios. A día de hoy esta es una tierra muy prolífica, pero por suerte tiene vistas de protegerse de la especulación como forma proteccionista del entorno y de aquellos inversores que desean lógicamente que este tesoro siga siéndolo eternamente.
Por ello, comprar un lote y dividirlo en parcelaciones para una futura venta resulta un negocio inversionista de lo más prometedor. No sólo porque a medida que avanza el tiempo, mayores precios alcanzan los terrenos que se sitúan en el Oriente, sino porque las previsiones a largo plazo auguran que esta región continuará siendo objeto de deseo y de dotaciones de infraestructuras y servicios incluso una vez acabados los hasta ahora numerosos proyectos puestos en marcha, como el Túnel del Oriente o las numerosas vías 4G (de cuarta generación) que conectan aún más las poblaciones de la región entre ellas, con la capital Medellín y con el Aeropuerto Internacional José María Córdova.
De esta forma, el comprador del lote puede asegurar a sus posibles compradores que la inversión no caerá en saco vacío, propiciando la rápida venta cuando así se desee y el consecuente beneficio sin tener que caer en redondeos a la baja o reducir el precio de salida.
Inversión de futuro: finca de recreo
Dar un empujón a nuestra economía con operaciones como la antes descrita es importante, pero más aún que ello es asegurar a los nuestros un futuro plácido entre las veredas del mismo paraíso que supone el Oriente Antioqueño.
Por ello, comprar una finca en el Oriente a día de hoy supone disponer de un espacio para el disfrute los fines de semana, escapando del afán de la gran ciudad. Un espacio que en un futuro no muy lejano fácilmente se puede convertir en nuestra primera residencia o en nuestro lugar de retiro, ya que sin duda cada vez caeremos más enamorados de este pedacito de cielo en la tierra.
Además, pese a que nuestras intenciones no vayan ligadas a la venta de propiedades, tal como ocurre con la división de lotes en parcelas, podremos ver con total seguridad como año tras año irá creciendo el valor del terreno y que, en caso de sernos necesario o vernos tentado a ello, podemos contactar con una inmobiliaria y sacarle rentabilidad económica.
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